Percepción errónea dualista.
Sensación de separación: ego.
Por ejemplo, una de las manifestaciones más comunes de esta ignorancia consiste en percibir el mundo y a nosotros mismos según una óptica dualista: para comenzar nos percibimos a nosotros mismos, a nuestro ego, como algo opuesto / separado distinto al mundo.
Esta sensación profunda de estar escindido del mundo provoca una gran angustia existencial en el ego, un sufrimiento atávico.
Esta conciencia de ego, al mismo tiempo que se va fortaleciendo en los seres humanos, va aumentando en la angustia y el sufrimiento existencial.
El ego en su aislamiento, percibe el mundo entero como una amenaza de la que debe protegerse y contra la que debe luchar.
Esto provoca tal estado de angustia y ansiedad que irremediablemente surge una nueva tendencia hacia la unidad y adquiere la forma de deseos.
El deseo tiene siempre como objeto algo que es considerado por el ego como exterior a él mismo. A través de la satisfacción de deseo, el ego trata de encontrar la felicidad propia del estado de fusión original con el cosmo.
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