La reencarnación del Dalai Lama
Hace pocos meses, el Dalai Lama anunció que convocará un referéndum antes de morir para que los habitantes del Tíbet puedan elegir si quieren que la institución del Dalai Lama siga vigente.
“Si la gente siente que la institución del Dalai Lama sigue siendo necesaria, seguirá vigente”, ha dicho a la prensa en la ciudad de Amritsar, en el norte de India, donde se llevó a cabo una reunión de líderes religiosos de todo el mundo.
El Dalai Lama explicó que la votación se celebrará entre todos los tibetanos budistas tradicionales a lo largo del Himalaya y hasta Mongolia.
De esta forma se modificará el actual sistema de elección del líder político y espiritual de los tibetanos. Durante siglos, la búsqueda de la reencarnación de los líderes religiosos, conocidos como lamas -incluido el Dalai Lama, líder espiritual del Tíbet- ha sido llevada a cabo por monjes tibetanos después de la muerte de los lamas.
Esta declaración viene provocada por el temor ante la reciente orden de China de que Beijing debe aprobar todas las designaciones de lamas. Así, el gobierno central podrá elegir a un Dalai Lama pro-chino una vez el actual, que tiene 72 años, fallezca. De hecho, China, desde que invadió Tíbet, ha acusado al Dalai Lama en varias ocasiones de desafiar su soberanía por trabajar por la independencia de Tíbet, especialmente en estos últimos tiempos a raíz de la violencia desatada en Tíbet.
“La nación tibetana tiene 2.000 años. La institución del Dalai Lama es relativamente joven, sólo tiene unos pocos siglos. Mi muerte será un revés para los tibetanos durante un tiempo. Pero después la lucha tiene que continuar. Si el pueblo tibetano decide que la institución del Dalai Lama no es necesaria, ésta dejará de existir”, sentenció el líder religioso. De inclinarse los tibetanos por la continuidad, “la sucesión del Dalai Lama podría parecerse a la elección del Papa”.
"Cuando mi condición física se debilite, entonces deberán hacerse las preparaciones para el referéndum", dijo antes de añadir que la competencia por su sucesión todavía no ha comenzado.
China ha condenado el anuncio del Dalai bajo el argumento de que va contra la tradición y la historia del pueblo tibetano. Según declaró el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Liu Jianchao: “La declaración del Dalai Lama es una violación flagrante de la práctica religiosa y el procedimiento histórico, consistente en la búsqueda de la reencarnación del Dalai Lama después de su fallecimiento. La reencarnación de un Buda viviente es la única vía de sucesión del budismo tibetano y sigue rituales religiosos relativamente detallados y convenciones históricas”.
Según la creencia budista, aquéllos que ya han llegado al nivel de “iluminación” o máxima perfección espiritual, como es el caso del Dalai Lama, siguen reencarnándose, si quieren, únicamente para ayudar a otros a avanzar en su desarrollo espiritual.
Aunque, anteriormente el Dalai Lama había dicho que no pensaba volver a reencarnarse, en otra ocasión expresó que sí pensaba hacerlo, aunque no lo haría en Tíbet; una afirmación con la que impedía que China intentase designar, tras su muerte, a un nuevo líder al que poder manejar.
Con la actual decisión, el Premio Nobel de la Paz parece haber encontrado la solución perfecta para asegurar la continuación de la protesta pacífica contra la ocupación china de Tíbet, ya que el cambio se producirá antes de su muerte, impidiendo un vacío en el poder y la posible manipulación política al decidir la aparición del siguiente Dalai Lama en territorio tibetano ocupado actualmente por China.
SUBIR
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario